5 cosas que necesitas saber sobre la oferta de servicios BDSM |

Cuando Cincuenta sombras de Grey llegó a las gradas y a la taquilla, de repente hubo un gran foco de atención en el mundo del BDSM. Sin embargo, los estilos de vida (término utilizado para referirse a aquellos que practican BDSM) se apresuraron a criticar los libros y películas por sus representaciones inexactas de un mundo que ha existido durante siglos. Usar estos libros como guía sobre el BDSM es una receta para el desastre y si eres un acompañante que busca diversificar tus servicios y aventurarte en el mundo pervertido, aquí tienes algunos conceptos básicos que siempre debes tener en cuenta.

1. ¿Qué es el BDSM?

BDSM es un acrónimo que abarca tres partes:

  • esclavitud/disciplina,
  • Dominio/Sumisión,
  • Sadismo y masoquismo.

Estos diferentes aspectos del BDSM cubren una amplia gama de actos, y no existe un número finito, ya que las obras suelen reinventarse una y otra vez para satisfacer las necesidades y requisitos de los jugadores. No hay límite en cuanto a la dirección que puede tomar la obra, ya que a veces se combinan bondage y sadismo, y no hay obra que no incluya actos de los diversos aspectos del espectro BDSM.

Sin embargo, como acompañante, siempre es imperativo que identifiques dónde está tu jugada principal. Eres la parte superior, la parte inferior ¿O estás dispuesto a cambiar?

El superior es el dominante, el que da las instrucciones, el que ata a la otra parte o le inflige dolor. El inferior es el destinatario durante el juego y normalmente logra satisfacción cediendo el control al superior. Cambiar significa que eres superior o inferior dependiendo de la jugada y las necesidades de tu compañero.

Mientras prepara su lista de servicios, asegúrese siempre de proporcionar su puesto preferido y si está dispuesto a cambiar y bajo qué condiciones.

2. Tienes que elegir tu área de especialización

Con la amplia gama de servicios bajo el paraguas de BDSM, no existe una sola persona que pueda afirmar que brinda todos los servicios disponibles.

¡Seguridad primero!

El BDSM es un juego peligroso y la seguridad suele ser de suma importancia, ya que cualquier percance puede causar daños irreparables. Sólo dentro de la esclavitud, hay muchísimas opciones, y todas ellas tienen varios niveles de complejidad y un conjunto de reglas. Si ofreces bondage como dominante, debes estar familiarizado con varios tipos de nudos, su complejidad y el proceso de liberar a tu sumiso sin lastimarlo. Además, hay muchos tipos de juegos bondage y estos pueden ser tan simples como un bondage con esposas mullidas o tan complejos como una suspensión.

Teniendo en cuenta todos los diversos servicios que puede brindar, debe elegir el servicio específico y brindar su avance específico en dicho servicio. Proporcionar una descripción detallada de los servicios que ofrece le permite encontrar un cliente que podrá lograr satisfacción dentro de los mismos límites que usted le ha brindado. Nunca proporciones un servicio que nunca hayas probado de antemano sólo porque tu cliente quiera hacerlo.

  1. La comunicación es la clave para una sesión exitosa

El BDSM implica una gran cantidad de comunicación abierta y honesta, y por una buena razón. Con los riesgos de seguridad inherentes al BDSM, las parejas son responsables del bienestar mutuo. Tomemos, por ejemplo, el juego de impacto (implica infligir dolor al sumiso golpeándolo, azotándolo, azotándolo, etc.), que tiene muchas formas de usarse para lograr el objetivo deseado.

¡Es mejor ser honesto!

Si su pareja tiene un umbral de dolor bajo, los azotes ciertamente no serán una opción. Sin embargo, tienen que comunicar honestamente su incapacidad para soportar tanto dolor para que los látigos queden completamente fuera de juego. Ambas partes deben expresar sus gustos y disgustos, así como sus límites estrictos y blandos. Los límites estrictos son cosas que están completamente fuera de la mesa, mientras que los límites suaves son aquellos actos que están sobre la mesa, pero tienen un límite en cuanto a hasta dónde se pueden llevar.

Esta comunicación prepara el escenario y permite que ambas partes depositen su confianza mutua, brindando espacio para un juego seguro y placentero. Sin embargo, la comunicación va mucho más allá de la etapa de planificación. Durante el juego, se espera que el sumiso verbalice cualquier malestar, o incluso su experiencia general durante el juego. El dominante y el sumiso mantienen la comunicación para asegurarse de que cada uno esté al tanto de la experiencia de la otra parte. Les permite progresar dentro de los límites y ser conscientes de cuándo se han alcanzado los límites.

  1. Palabras seguras: la última línea de defensa

La parte más importante del BDSM es la pronunciación de un conjunto predeterminado de palabras seguras. Palabras seguras son la última línea de defensa, asegurando que no se inflija ningún daño al sumiso. Impiden que el dominante supere los límites y cause daño tanto físico como psicológico al sumiso. Una vez pronunciada la palabra de seguridad, el dominante tiene que obedecer los deseos del sumiso sin falta. Dependiendo de los jugadores, puede haber una sola palabra de seguridad o varias palabras de seguridad que representan diferentes acciones que el dominante debe realizar. El sistema de palabras de seguridad más popular es el uso de semáforos:

  • verde le dice al dominante que siga adelante, ámbar le dice al dominante que proceda con cautela,
  • rojo significa que la obra llega a su fin, sin hacer preguntas.

Las palabras seguras no pueden usar palabras comunes como parar o no, ya que son palabras que se pronuncian con frecuencia en el calor del momento, a veces como una forma de motivar a los superiores a seguir adelante. Al elegir palabras seguras, asegúrese siempre de elegir términos que no se puedan utilizar casualmente en una conversación. Esto le da al dominante una directiva clara cuando el sumiso ya ha tenido suficiente.

  1. No ofrezcas BDSM si no te gusta

¡BDSM no es para todos!

A diferencia del sexo “vainilla”, el BDSM es una experiencia sexual como ninguna otra y tiene su propio conjunto de reglas de participación. No todo el mundo está hecho para disfrutar de las distintas obras y eso no significa que seas un fracaso. Los servicios de acompañantes cubren una amplia gama de opciones diversas y siempre puedes concentrarte en algo que te guste. El BDSM es un juego que requiere una relación de plena confianza entre los socios y si no disfrutas de la experiencia, esto hará que la sesión no sea satisfactoria para ambas partes o incluso provoque lesiones graves. Sus servicios deben coincidir con sus preferencias si alguna vez quiere satisfacer a sus clientes. Así que tómate el tiempo para experimentar con el BDSM fuera de tu entorno profesional y sólo ofrece los servicios una vez que estés seguro de que realmente puedes servir a tus clientes de todo corazón.