4 razones por las que tienes problemas de confianza. |

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Cuando mi confianza fue violada repetidamente a lo largo de los años, sentí miedo.

Lo opuesto a la confianza es el miedo. Es curioso cómo una profunda sensación de comodidad y seguridad puede convertirse en miedo en un instante. Tenía miedo de la vida, las personas, las relaciones y el tiempo. Estaba aterrorizado por cualquier cosa o persona que pudiera sabotear mi seguridad emocional.

Como resultado, construí barreras y muros para evitar el dolor, pero todo tuvo un costo. Los problemas de confianza no sólo generan miedo, sino también sospechas, confusión, preocupación, ansiedad y estrés. Cuando decidí resolver mis problemas de confianza, supe que no podía seguir viviendo así. Tenía que saber de dónde venía mi miedo y desarrollar formas de remodelar mi cerebro.

Para solucionar nuestros problemas de confianza, necesitamos conocer la causa. Necesitamos viajar en el tiempo y volver a visitar el lugar y la época donde empezó todo.

Comprender la causa raíz del problema puede ayudarnos a saber cómo solucionarlo.

Aquí hay cuatro razones principales por las que tenemos dificultades para confiar en las personas y en la vida:

1. Traición o rechazo. Los problemas de confianza pueden surgir al experimentar infidelidad en relaciones románticas o amistades. El rechazo social en el entorno escolar o laboral también puede hacernos volvernos escépticos ante los demás. Esto puede afectar la calidad de las conexiones que desarrollamos con las personas y puede resultar en miedo al compromiso o a abrirnos a los demás.

Tómate tu tiempo para conocer gente nueva y date permiso para dar pasos valientes en el amor y la amistad. Habla sobre los acontecimientos de tu pasado que pueden haberte hecho perder la confianza en los demás. Nunca se sabe quién podría inspirarlo, escucharlo y ayudarlo completamente a recuperarse.

2. Acoso. Si es víctima de acoso, es probable que haya tenido problemas de confianza sin siquiera saberlo. Podríamos elegir una vida de soledad y no sentirnos cómodos compartiendo nuestras emociones y pensamientos con los demás. Especialmente si nos golpearon o nos asustaron, podríamos crecer sintiéndonos indignos de ser amados o indignos.

Para dejar de sentirte impotente o solo, reconoce que no puedes cambiar lo que pasó, pero sí puedes cambiar cómo te sientes al respecto hoy. Tu trauma no te define.

3. Abandono. Si alguna vez ha experimentado el abandono, es posible que le resulte difícil confiar en que la gente nunca lo abandonará. Podríamos volvernos codependientes, necesitados, pegajosos o manipuladores sólo para no perder a nuestros seres queridos. Además, dudamos de los sentimientos de otras personas y es posible que no creamos que realmente se preocupan por nosotros.

Para sanar esta intensa herida debemos dejar de descuidarnos y centrarnos más en el autocuidado y el amor propio. Cuando confiamos y nos amamos a nosotros mismos, aprendemos a confiar en nuestra intuición y a observar mejor los comportamientos e intenciones de los demás.

4. Una experiencia negativa. Cualquier experiencia negativa, como una pérdida, una muerte o un accidente, puede afectar nuestros niveles de confianza. Es posible que no confiemos en la vida, en Dios, en el universo, en el tiempo o incluso en nuestro propio propósito y existencia. Puede que nos resulte difícil deshacernos de sentimientos y pensamientos negativos, que eventualmente nos hacen sentir estresados ​​y agotados.

Sepa que las experiencias negativas o dolorosas no moldean toda nuestra existencia. Hoy es un buen día; mañana podría ser mejor. Todo lo que tienes que hacer es confiar en este mismo momento y en lo que te trae.

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