Un crítico interno emocionalmente abusivo puede afectar su salud mental. Cuando su diálogo interno es hiriente, aquí le mostramos cómo cambiar el guión.
La mayoría de nosotros reconocemos cuando otra persona está siendo emocionalmente abusiva: la forma en que habla está destinada a derribar tu confianza y autoestima con humillaciones y vergüenza.
Puede ser mucho más difícil reconocer este patrón cuando el acosador es tu propio crítico interno.
Si te has estado hablando a ti mismo de una manera cruel e hiriente, encontrar nuevas formas de hablar contigo mismo podría ayudarte a desarrollar fortaleza, seguridad emocional y confianza en ti mismo.
“El diálogo interno puede provenir de una variedad de fuentes, pero puede comenzar joven”, dice Sarah Epstein, terapeuta matrimonial y familiar con licencia en Dallas, Texas. Esto se aplica a todos los tipos de diálogo interno, incluidos los dolorosos y abusivos.
Muchos factores pueden contribuir al autoabuso emocional:
- perfeccionismo Si tiene tendencias perfeccionistas, incluso los pequeños fracasos pueden parecer catastróficos. Dado que el perfeccionismo nos lleva a creer que nos estamos decepcionando cuando cometemos un error, a menudo viene con una dura crítica interna.
- Relaciones pasadas. Tal vez una relación con un amigo o pareja no ha sido la más equilibrada: el abuso emocional en una relación puede hacer que sea más fácil aceptar el mismo trato de ti mismo.
- Tu niñez. Si los adultos influyentes o tus padres fueron emocionalmente abusivos o negligentes, puede ser muy fácil que sus voces se mantengan vivas a través de tu diálogo interno sin que te des cuenta.
- Condiciones de salud mental. La depresión y la ansiedad pueden contribuir al diálogo interno abusivo de muchas personas, como explica esta investigación.
Mientras tanto, los resultados relacionados con el diálogo interno abusivo a menudo son consistentes: las investigaciones muestran que la baja autoestima y la falta de confianza comúnmente resultan de este comportamiento.
La autolesión emocional no se ve ni suena de una sola manera. ¿Qué patrones podrías reconocer en tu propio diálogo interno?
Insultar
Los insultos son un hábito que quizás hayas dejado cuando saliste de la escuela primaria. Entonces, ¿por qué nos hablamos a nosotros mismos en formas que de otro modo reconocemos como mezquinas?
La autoestima puede jugar un papel importante. Si tiendes a verte a ti mismo como menos importante que los demás, es posible que menospreciarte no parezca tan importante en comparación con la idea de tratar a otra persona de esa manera.
duda de uno mismo
La duda puede significar dudar de ti mismo o preocuparte por no estar a la altura de la tarea que tienes entre manos.
La investigación de 2020 destaca cómo la duda está relacionada con el perfeccionismo y el síndrome del impostor. En resumen, es más probable que las personas que se fijan objetivos imposiblemente altos sientan que han fracasado cuando su desempeño no está a la altura de sus estándares u objetivos.
Distorsiones cognitivas
Las distorsiones cognitivas son hábitos de pensamiento desadaptativos o inútiles. Muchas distorsiones cognitivas van de la mano con la autolesión emocional porque tienden a canalizar a las personas hacia una mentalidad rígida que no deja espacio para los matices o la complejidad.
Las distorsiones cognitivas comunes que pueden conducir a un diálogo interno abusivo incluyen:
- Filtración: centrarse solo en los aspectos negativos de una situación e ignorar los aspectos positivos
- “Debería”: fijarse en cómo «debería» ser y sentirse continuamente decepcionado cuando no está a la altura
- Etiquetado mundial: juzgarse a sí mismo en todos los ámbitos en función de un evento
- Falacia de control: culparse a sí mismo en situaciones fuera de su control
Auto-crueldad
No siempre es fácil reconocer cuando tu diálogo interno se vuelve cruel. Un par de indicios de que la crueldad hacia uno mismo está en juego incluyen amenazarte a ti mismo o decirte a ti mismo que mereces un mal resultado o un futuro.
Cuando se trata de cambiar este hábito, Epstein enfatiza la importancia de preguntarse de dónde viene el diálogo interno hiriente, ya que aprender el origen de estas palabras podría ayudarlo a desconectarse de ellas.
Podrías preguntarte: «¿De quién es la voz que escucho cuando me menosprecio?»
La autocompasión y la autoaceptación también son clave, y puedes aprender a cultivarlas a través de tu propia práctica o con la ayuda de un entrenador o terapeuta compasivo.
“Como cualquier otra cosa, hablar con amabilidad y erradicar el diálogo interno abusivo requiere tiempo y esfuerzo continuo”, dice Epstein.