365 días, 25 primeras citas, tres devoluciones de llamadas

Y lo único que quiero es que alguien sepa cómo tomo mi café.

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FDurante el primer año después de mi divorcio, las citas no me interesaban. Fue una idea vaga que me revolvió el estómago. No soy un gran admirador de arreglarme y tratar de convencer a la gente de que soy fabuloso en el breve tiempo que lleva consumir una bebida.

Sin embargo, con el tiempo, la soledad y el aburrimiento se convirtieron en huéspedes habituales de la casa. En octubre del año pasado, reuní la energía para quedar con un chico guapo llamado Jed para tomar una cerveza un domingo por la tarde.

Jed se convirtió en el primero de 22 hombres que, en el transcurso de un año, nunca volvería a ver. Habría dos hombres a los que vería tres veces y un hombre al que vería seis veces.

Esto no es lo que cualquiera en su sano juicio llamaría «ganar en las citas».

Cuando lo piensas, las cifras son un poco asombrosas. 25 primeras citas, en promedio, significa conocer a alguien nuevo cada dos semanas. Estoy exhausto sólo de pensar en eso. No tengo idea de cómo logré esto. A decir verdad, hubo amplias franjas de semanas estériles, si no meses, en las que rara vez salía con alguien. Hubo semanas en las que tuve dos o tres citas.

En realidad, me he vuelto muy bueno en las citas. Puedo tener una cita y saber en 15 minutos si estoy interesado en volver a ver a esa persona. Ese es todo el tiempo que necesito. Puedo leer a la gente bastante bien y nunca subestimar la química o la falta de ella. No descarto a la gente porque me preocupa que haya alguien mejor por ahí. Creo que FOMO es estúpido.

Practico la honestidad y la apertura. Vengo a la fiesta tal como soy. Me niego a comprometer la integridad de quién soy al intentar ser alguien que no soy sólo para conseguir una segunda cita. Soy un poco extra. Estoy bien con eso.

Por lo general, la falta de deseo de una segunda cita se siente mutuamente. En alguna ocasión me he quedado colgado y también me han llovido en algún desfile. Nunca, en los últimos 365 días, la Tierra ha dejado de girar.