1. mentir
La deshonestidad degrada la base de todas las relaciones, la confianza mutua. El filósofo Immanuel Kant creía que si todos mentían, ¡nadie creería nada de lo que le dijeran! Mentir es tóxico ya que es contraproducente. Luchar por la verdad en nuestras relaciones con los demás demuestra que nos preocupamos por sus deseos y elecciones.
Mentir durante las entrevistas de trabajo es sorprendentemente común. El 81% de las personas mienten durante las entrevistas de trabajo, según el psicólogo social Ron Friedman. Esta técnica puede sonar como una manera fácil de conseguir un puesto, pero puede ser contraproducente para usted y su empleador.
Esté atento a The Fibber, engañadores tóxicos en su vida que hacen sonar las alarmas de su intuición cuando los escucha hablar. ¡La mejor manera de combatir la mentira es alejarse de los mentirosos crónicos y ser honesto contigo mismo! La honestidad es la mejor política.
¿Alguna vez te has preguntado qué sucede con tu lenguaje corporal y el de los demás cuando mienten? Una señal común es una señal de distanciamiento cuando los mentirosos se distancian físicamente dando un paso atrás o recostándose en una silla. Aprender a detectar el engaño es una habilidad esencial para la vida; consulte el curso de Detección de mentiras para aprender a detectar mentiras, leer el lenguaje corporal y construir relaciones honestas.
2. Falta de sinceridad
¡Aparecer como cualquier otra cosa que no sea tu yo auténtico es una forma segura de levantar un muro entre tú y los demás!
La falta de sinceridad puede verse así:
- Fingiendo su camino a través de las interacciones sociales.
- Autocensura durante las conversaciones.
- Deseo de fama y popularidad por encima de una conexión genuina.
Pero, ¿cómo puedes “simplemente ser tú mismo”? ¿Y eso que significa? Si te estás preguntando esto, es posible que tengas una crisis de autenticidad.
Cómo combatir la falta de sinceridad: ¡Sé tú mismo!
- Asuma la intimidad con las personas antes de tenerla hablando con extraños como hablaría con un amigo. ¡Durante su próxima entrevista de trabajo, trate al entrevistador como a un colega existente!
- Date cuenta de que es posible que no le gustes a todo el mundo, lo cual está bien: la relevancia no es un juego de números.
Ser vulnerable puede dar miedo, pero debemos profundizar más si queremos una conexión genuina.
3. Jugando a la víctima
Jugar a la víctima es una mentalidad que muchos de nosotros ni siquiera nos damos cuenta de que estamos adoptando en tiempos difíciles. Según la investigación, aquellos que frecuentemente juegan la carta de la víctima exageran y manipulan a quienes los rodean para escapar de la responsabilidad, sobrellevar la situación o llamar la atención.
Aquí se explica cómo detectar a la víctima jugando:
- Abusan de los demás y, cuando se les llama, desvían la atención alegando que su comportamiento estaba justificado, por lo general culpando a los que lastimaron.
- Manipulan y juegan «ay de mí» para ganarse la simpatía de los demás y de cualquier otra persona alrededor para escuchar.
- En el ambiente laboral, el compañero de trabajo siempre grita: “¡Yo no tengo la culpa!”. cuando se les da retroalimentación constructiva sobre su bajo desempeño.
La mejor manera de combatir el papel de víctima en tu vida personal es mejorar tu forma de pensar y tus hábitos asumiendo la responsabilidad y siendo honesto contigo mismo. ¡Aléjate de cualquier víctima!
En entornos de trabajo, establezca límites claros, mantenga un registro detallado y consulte a recursos humanos. ¡Usa la guía de supervivencia para compañeros de trabajo tóxicos!
4. Hacer trampa
Ya sea hacer trampa mientras se juega o la infidelidad en las relaciones románticas, todas las formas son ejemplos de rasgos tóxicos que destruyen las relaciones. Por ejemplo, la infidelidad es la causa más común de divorcio.
Por qué la gente hace trampa: según la Asociación Estadounidense de Psicología, los 5 grandes rasgos de personalidad, como la poca amabilidad y la poca escrupulosidad, pueden desempeñar un papel. ¡Pero también pueden las circunstancias!
Según el fundador de la psicología social, Kurt Lewin, las personas se comportan de manera diferente según su entorno y personalidad. Cuando se trata de jugar juegos, ¡cuán familiarizado está con la persona con la que juega puede predecir las trampas! Cuanto más anonimato tengan usted y otros jugadores, más probable es que se produzcan trampas.
La parte más importante cuando se trata de hacer trampa es la oportunidad.
Cómo detectar el engaño en las relaciones románticas:
Esté atento a…
- Mienten sobre adónde van y con quién están.
- Su estado de ánimo sube y baja. Están más felices y tristes que de costumbre.
- Se ponen a la defensiva cuando les preguntas con quién están hablando.
- Mayor uso del teléfono una hora antes de acostarse.
- Menos frecuentes conversaciones profundas, citas nocturnas y sexo.
Las señales pueden ser sutiles; de cualquier manera, ¡mereces tener personas amorosas y confiables en tu vida!
5. No hablar
Los rasgos tóxicos no siempre se basan en la acción. No hablar va de la mano con la falta de sinceridad.
No hablar puede verse así:
- Durante las reuniones de trabajo te quedas callado a pesar de que tienes ideas y soluciones que aportar.
- En las fiestas, te abstienes de compartir tus tomas por miedo a ser «demasiado».
- En las vacaciones en grupo, aceptas lo que los demás quieren hacer aunque tú no quieras.
¿Sabías que puedes ser amable Y asertivo? La asertividad es un rasgo de confianza y seguridad en sí mismo sin el uso de la agresión.
Cómo empezar a hablar:
- Comience poco a poco hablando sobre cosas básicas en el hogar, como ser honesto cuando le pregunten: «¿Qué quieres cenar?».
- ¡Di no a los demás y sí a ti mismo! Esto puede parecer como decir no a los eventos de trabajo no obligatorios cuando no te sientes con ganas de hacerlo. ¡Te estás diciendo que sí a ti mismo al priorizar el cuidado personal!
- Durante las conversaciones, siéntete libre de interrumpir cortésmente a las personas cuando hablen por encima de ti. ¡Puedes usar la señal de poder «The Fish»! Trata de abrir la boca para mostrar sutilmente que tienes algo que decir mientras la otra persona divaga.
Ser asertivo no significa ser grosero o impetuoso con los demás. Se trata de decirte sí a ti mismo de una manera respetuosa. ¡Mira la guía de la buena persona para ser asertivo!
6. Tomar las cosas personalmente
¿Alguna vez un amigo hizo un comentario alegre que te molestó? Tomar las cosas personalmente surge de la necesidad de sentirnos seguros en nuestras relaciones con los demás.
Cómo se ve tomar las cosas personalmente:
- Dejas que las opiniones de los demás dicten cómo te sientes contigo mismo.
- Tienes la costumbre de enfadarte cuando recibes una crítica constructiva.
- Tu jefe hace un comentario inofensivo sobre tu error y piensas demasiado en la interacción.
Cómo dejar de tomar las cosas personalmente:
- Reserve el juicio y pida una aclaración “¿Qué quiso decir con ese comentario sobre mi desempeño? ¿Era genuino?”.
- Supere su instinto emocional reflexionando sobre cuán importante es realmente la relación con la persona. Pregúntese: «¿Es esta persona digna de mi tendencia a tomar lo que dijo como algo personal?».
- Cuando reciba una crítica constructiva, respire hondo y haga un esfuerzo por ver lo que dicen como si fuera un tercero que los escucha.
7. Perfeccionismo
Los perfeccionistas muestran comportamientos tóxicos que a menudo controlan con sus estándares ultra altos y su exceso de voluntad para lograr la perfección. ¿Te suena esto a ti o a alguien que conoces?
Cómo manejar el perfeccionismo:
- ¡Celebre los logros de los demás como celebraría los suyos propios!
- Mantenga un equilibrio sólido entre el trabajo y la vida eliminando las aplicaciones de correo electrónico del trabajo de su teléfono.
- Controle el estrés tomando descansos frecuentes y usando técnicas de respiración profunda.
Las personalidades tipo A tienen más probabilidades de ser perfeccionistas y tienden a trabajar demasiado y tener altos niveles de estrés. ¡Afortunadamente, la Guía de supervivencia del tipo A puede ayudar!
8. Buscando la validación de los demás
Como la mayoría de los rasgos y comportamientos tóxicos, buscar la validación de los demás es una tendencia humana básica.
La toxicidad surge cuando hacemos que nuestra salud mental y nuestro bienestar emocional se basen únicamente en lo que los demás piensan de nosotros.
Ejemplos de buscadores de validación típicos:
- El compañero de trabajo que constantemente necesita que le aseguren que está haciendo un buen trabajo.
- Esa persona que se esfuerza demasiado por agradar a todo el mundo moldeando su personalidad a quien sea que conoce.
- El amigo que tiene baja autoestima y busca su valor en otras personas.
Cómo combatir la búsqueda de validación tóxica: ¡Desarrolla una relación saludable contigo mismo!
- La salud mental es clave. Cuídate cuidando tu mente y tu cuerpo.
- ¡Sé consciente de los signos de una persona tóxica y aléjate!
- Desarrolla la autoconciencia y sé paciente contigo mismo. El crecimiento puede ser un desafío.
9. Personas agradables
¿Decir que sí es un hábito tuyo?
¿Eres más alto en amabilidad?
¿Te disculpas mucho… como mucho, mucho?
¡Puedes complacer a la gente!
Aquí hay algunos pasos rápidos para complacer a las personas:
- No tienes que decir que sí de inmediato. En su lugar, intente «¡Me pondré en contacto con usted sobre eso!».
- Sea más intencional con sus disculpas y deje de disculparse por cosas pequeñas.
- ¡Practica validarte confiando en la validación interna en lugar de la externa! Esto puede parecer como tener el hábito diario de escribir 3 de tus cosas favoritas sobre ti mismo.
Afortunadamente tenemos una guía completa. Mira estos consejos para dejar de complacer a la gente.
10. Inflexibilidad
Una mentalidad obstinada e inflexible te hace propenso a comportamientos tóxicos y generalmente desagradable.
¿Conoces a alguien que se mantenga firme incluso cuando se enfrenta a pruebas contradictorias? Puede ser difícil estar cerca de ellos y hacer que todo sea más desafiante de lo que debe ser.
Según la Asociación Estadounidense de Psicología, adoptar una mentalidad flexible es la mejor manera de combatir esto.
Cómo tener una mentalidad flexible:
- Darse cuenta de que los rasgos como la inteligencia, incluida la inteligencia emocional, se pueden desarrollar y mejorar.
- Prueba miniactividades de apertura: desafíate a ti mismo para probar una nueva habilidad como pintar y practicar.
- Cuando se enfrente a contratiempos, tómese el tiempo para procesarlos y haga un esfuerzo por ser comprensivo consigo mismo y con los demás.
11. Juzgar a los demás
Juzgar a los demás es, en última instancia, una proyección tóxica, un reflejo de cómo nos sentimos con nosotros mismos.
Las personas juzgan que los demás tienen más control sobre las creencias que ellos mismos, según un estudio del Journal of Personality and Social Psychology: Attitude and Social Cognition.
Aquí le mostramos cómo dejar de juzgar a los demás y lidiar con el juicio de los demás:
- Cuando alguien hace algo, y sientes la necesidad de juzgarlo…..
- Date cuenta de tus faltas, pregúntate, “¿en qué me parezco a la persona que estoy juzgando?”
- Si te juzgan, recuerda que no importa lo que los demás tengan que decir sobre ti, siempre y cuando estés satisfecho con tus elecciones.
12. Positividad tóxica
¿Alguna vez has estado cerca de alguien que finge felicidad? Dicen cosas como…
«Estará bien, no te preocupes».
«¡Solo se feliz!»
La toxicidad positiva puede ser para los demás y para usted mismo.
Es completamente normal sentir sentimientos negativos, ¡y se llama diversidad emocional!
La mejor manera de combatir la positividad tóxica es aceptar todas tus emociones. ¡Consulte 10 formas de superar la positividad tóxica para obtener más información!
13. Celos
Los celos implican tener resentimiento hacia alguien o algo que se cree que está amenazado por otra parte y, en ocasiones, puede ser tóxico.
Hay dos tipos principales de celos en las relaciones románticas, celos sexuales y celos emocionales.
- Los hombres reportan más celos en respuesta a la infidelidad sexual que emocional.
- Según un estudio sueco, hombres y mujeres procesan la infidelidad de manera diferente, y de…