«Tú eran mi hogar, Madre. No tenía más hogar que tú. – janet fitch
La curación es un viaje, no un solo golpe de voluntad. En este artículo, aprenderá sobre las tres etapas de la curación para que pueda obtener claridad sobre dónde se encuentra y en qué necesita trabajar para completar su viaje.
La sanación es un camino que debemos recorrer para vivir vidas felices alineadas con nuestros valores, vidas de nuestra elección. No hay una solución rápida. Más bien, requiere compromiso, coraje, paciencia y determinación. Pero, ¿dónde comienza el viaje?
En este momento, puede sentir que está en un bote inestable en medio de un océano tormentoso, solo con su madre hiriente y sin tierra en el horizonte.
Tal vez ella te critica, te culpa y te castiga por cada error. Tal vez te insulte y te manipule para conseguir lo que quiere o te diga que sonrías cuando estés triste y necesites un abrazo. Ella puede actuar como si supiera mejor, y todo lo que hace es por tu bien.
Tu relación problemática puede hacerte sentir confundido, ansioso, solo, herido o fuera de lugar. Es posible que todavía te culpes a ti mismo o a tu madre por todo lo que sale mal en tu vida. Puede sentir que está al borde del colapso total, derritiéndose lentamente en la nada. O rechazas sin miedo, defendiendo tu derecho a ser tú mismo con ira, culpa y manipulación, las herramientas favoritas de tu madre.
Bueno, será mejor que te detengas ahora, antes de que te conviertas en una sombra distorsionada de tu madre. Hay otro camino: el camino de la curación. Y mientras tengas tus remos, coraje y determinación, llevarás tu bote a un puerto seguro.
No podemos controlar el clima, pero tenemos el control de nuestras acciones.
Sanarás, y no tienes que hacerlo solo.
fuera de la niebla
Sin duda, sanar de una relación tóxica con tu madre puede ser uno de los mayores desafíos en nuestras vidas.
He estado allí, y aunque mis recuerdos ya no me obligan a salir de mi piel, están vivos.
Traté de complacer a mamá para evitar conflictos, pero rara vez ayudó. En cambio, el resentimiento creció dentro de mí como una bola de nieve, haciéndose más grande y más pesado a medida que rodaba. Me defendí, pero me asustó: no me gustaba esa versión de mí, y ahí fue donde comenzó mi viaje. Me embarqué en una búsqueda para romper la maldición generacional de mi familia, sanar y transmitir relaciones más sanas a las generaciones futuras.
La anatomía de la curación
Son más como grupos de problemas relacionados en los que debemos trabajar. Uno después del otro.
Echemos un vistazo.
Etapa 1: ¿Qué está pasando? Aprender, reconocer y aceptar.
“Sin entender a nuestras madres y lo que nos hizo su narcisismo, es imposible recuperarse”. –Karyl McBride
Comprender y definir el problema.
Describe los comportamientos hirientes de tu madre y búscalos en Google. No intentes diagnosticarla; se trata de entender, no de etiquetar o culpar. Tal vez ella tiene rasgos de personalidad narcisista. Cualquiera que sea el caso, esfuérzate por comprender qué hace que tu madre se comporte de la manera en que lo hace y cómo estos comportamientos te afectan a ti y a tu vida. Trate de recordar cosas buenas también.
Infórmese sobre los problemas que ha identificado hasta ahora.
Has definido el problema, aportando algo de claridad a tu confusión. ¿Ahora que?
Lee blogs, artículos y libros relevantes. Encuentra y mira videos en YouTube y únete a grupos de Facebook.
Sin embargo, no te excedas. Deténgase cuando haya aprendido los conceptos básicos; no vas a solicitar un título de psicología aquí. Leer demasiado o pasar horas en Facebook solo te mantendrá en el pasado, y eso no es lo que quieres. ¿Bien?
Examine sus relaciones con otras personas en su vida.
Puede parecer contradictorio, pero muchos de nosotros tratamos de huir de un padre tóxico solo para quedar atrapados en una red de otra persona similar. ¿Cómo?
El cerebro nos juega su «truco» eligiendo un compañero que se siente familiar y, por lo tanto, seguro. Ser consciente de este sesgo te ayuda a cuestionar tus elecciones “automáticas” y a prevenir nuevas relaciones abusivas en el futuro.
Ejercicios para ayudarte en esta etapa:
#1 Diario
Puede comenzar escribiendo sus pensamientos sobre la madre ideal que le gustaría tener, en formato de lista. ¿Cómo hubiera sido eso?
Luego escribe sobre cómo fue crecer con tu madre y compara las dos listas.
El ejercicio te ayudará a desahogarte y entender el problema que estás enfrentando con tu mamá. Tú puede leer más aquí.
#2: Conviértete en tu propio historiador.
Hable con otros miembros de la familia sobre su historia familiar para comprender mejor las raíces del problema. Pregúnteles qué saben sobre sus antepasados (abuelos, tías y tíos) y qué recuerdan sobre la crianza de sus padres. Hacer anotaciones; lo agradecerás más tarde.
Nota de precaución: Si tiene problemas para recordar su infancia, es más seguro explorarla junto con un terapeuta.
Etapa 2 – Procesando tus sentimientos
“Para cambiar tu futuro tienes que dejar atrás el pasado.” – Timón y Pumba, El rey León
Valida y procesa tus emociones.
Para soltar el pasado, debemos validar y procesar emociones que están ligadas a nuestra historia. Estos son los sentimientos que no se nos permitió sentir mientras crecíamos, junto con los que surgen cuando examinamos nuestras vidas. Entre ellos se encuentran la ira, el miedo, la vergüenza, la tristeza, el resentimiento y la pena.
Sí, debemos llorar la pérdida de la madre ideal que nunca tuvimos y nunca tendremos.
Dolor tiene sus propias etapas. Necesitarás tiempo para reconocer y aceptar la limitada capacidad de tu madre para mostrar amor porque algo se rompió en su interior hace mucho tiempo. No hay nada que puedas hacer para cambiarlo, así que sufre y déjate llevar. Usa tu energía para curarte a ti mismo.
Examina tus creencias limitantes.
Todos los tenemos, y nos están frenando. No soy lo suficientemente buena, desagradable, estúpida, torpe, mala hija, etc.… la lista puede ser larga. ¿Cuáles son tus creencias limitantes?
Identifique y anote sus creencias limitantes y luego examínelas junto con las emociones asociadas. Usar esta lista de emociones para ayudar a identificar sus sentimientos. También tendrá que procesarlos para controlar el diálogo interno negativo que podría estar impidiéndole alcanzar su máximo potencial.
Este ejercicio puede ayudarlo a hacer eso al cambiar los automensajes negativos a positivos o neutrales:
“Si tan solo hiciera/dije/no hiciera…” (representa un automensaje negativo).
“La próxima vez, diré/haré/…” (convierte la negatividad en positividad).
Reconecta con tu niño interior.
Averigua lo que necesita y empieza a nutrirla.
¿Quizás todavía tienes tu muñeca favorita? Si no, puedes comprar uno para representar a tu niño interior; esto fue útil para mí.
En esta etapa nos permitimos sentir y nos quedamos con nuestros sentimientos, por más dolorosos que sean. Esta etapa es exigente para la mayoría de nosotros, y no recomendaría hacerlo solo. Encuentre un terapeuta, un entrenador o un mentor que lo ayude con sus sentimientos.
Una nota sobre el perdón: Algunos insistirían en que, sin perdón, no podemos sanar. Otros pueden estar en desacuerdo. Para mí, la ausencia de perdón significa que no podemos dejar ir la ira que aún arde por dentro. Perdón no puede ser forzado; solo puede crecer desde adentro como una flor a través del asfalto. Y solo puede suceder cuando estés listo, así que no lo conviertas en tu prioridad.
Etapa 3: Encontrar tu verdadero yo: de la debilidad a la fortaleza
“Eres un adulto y puedes soportar tu incomodidad con el propósito de convertirte en tu propia persona”. – Susan Adelante
¿Has llegado a esta etapa? Es hora de reconstruir tu identidad. Dejar de hacer lo que los demás quieren que hagas y dejar de definirte por las opiniones de los demás. Es hora de descubrir quién eres realmente y cómo quieres vivir el resto de tu vida.
Desarrolla una nueva relación contigo mismo.
Aprende a notar tus sentimientos, pensamientos y sensaciones corporales. Comprenda sus deseos y necesidades y respételos. Aprende a confiar en ti mismo.
Haga del autocuidado una prioridad.
Aprender decir «no» cuando lo necesites. Encuentra una manera de meditar que mejor se adapte a tu personalidad. Cuida tu salud a través de un dieta saludable y ejercicio.
Ora regularmente y escribe un diario o diario de gratitud para ayudarte a ver todas las cosas maravillosas que ya tienes en tu vida. Lee, dibuja, canta, baila, haz lo que te traiga alegría. Conviértase en su propio entrenador, no en un crítico.
Aprende nuevas formas de tratar con tu madre.
Esto incluye aprender nuevas habilidades de comunicación junto con construir y proteger límites saludables.
Para sanar, necesitas desconectarte emocional y posiblemente físicamente de tu madre hiriente. Decide cuánto contacto tendrás con ella.
Construir conexiones significativas con los demás.
¿Sabías que la soledad y el aislamiento destruyen no solo tu salud mental sino también tu cuerpo?
Los humanos somos criaturas sociales, lo que significa que necesitamos a otras personas en nuestras vidas para sentirnos felices. Y no estoy hablando de amigos en línea. Lo que necesitamos es comunicación cara a cara: estar con las personas, estrecharles la mano, dar y recibir abrazos mientras escuchamos sus corazones latir al unísono con los nuestros. No es una tarea fácil para alguien que ha sido traicionado por su propia madre, pero la confianza se puede (re)aprender.
Aprende la autocompasión.
Perdónate por los errores pasados y futuros, por las debilidades y las deficiencias. Todos los tenemos. Puedes leer más aquí.
Encuentra la dirección en la que quieres que se desarrolle tu vida.
Tal vez siempre quisiste ser médico o te apasionaba el arte y el diseño, pero aún trabajas en McDonald’s. Tu inseguridad y dudas te impiden vivir tus sueños.
Es hora de planificar tu futuro y seguir adelante. Encuentra grupos en línea de personas con intereses similares y pide consejo. Luego pregúntese: “¿Cuánto voy a disfrutar haciendo [name of the job] ¿por mucho tiempo?» Si solo el pensamiento te llena de alegría, es posible que hayas encontrado tu respuesta. Si no, sigue buscando.
Mantenerse a sí mismo ayuda a desarrollar la independencia a través de la seguridad financiera, y es parte del crecimiento personal.
Últimos consejos
Sanar una relación tóxica con tu madre puede ser un viaje difícil. Para evitar abrumarse en su camino hacia la curación, sin importar en cuál de las tres etapas se encuentre, dé un pequeño paso a la vez. No te esfuerces; este trabajo solo puede lograrse a través de la atención plena y el estar presente. Date el tiempo que necesites para procesar tu pasado y tus sentimientos.
Y recuerda vivir la vida lo mejor que puedas, a partir de ahora. No hay necesidad de esperar hasta que se complete la curación; esa es una de las creencias limitantes que muchos de nosotros tenemos. Ya hay muchas cosas buenas en tu vida, y puedes darle más alegría si buscas activamente diversión y actividades que te animen.
¿Qué te ayuda a iluminarte y relajarte profundamente de inmediato?
¡Hazlo!