Los garbanzos tienen muchas propiedades: son ricos en fibra, tienen un alto valor nutritivo y, como verás en las recetas con garbanzos de bote de la galería, son súper versátiles. Añadirlos a nuestro recetario en ensaladas, cremas, sopas, salteados con verduras, triturados… son algunas de las buenas ideas para incorporar a la dieta más legumbres, uno de los alimentos que se recomienda comer regularmente.
¿Son buenos los garbanzos de bote?
Si. Como el resto de legumbres, los garbanzos requiere bastante tiempo de remojo y cocción. Pero gracias a los botes de conservación y los establecimientos donde venden legumbres a granel ya cocidas, te puedes ahorrar mucho tiempo sin perder ni una pizca de sus propiedades. Lo único que debes tener en cuenta a la hora de cocinar con ellos es elimine bien el agua que los acompañan, ya que suele contener exceso de sal, así como otros condimentos y conservantes.
¿Cómo cocinar garbanzos?
Si aún así, quieres cocerlos tú misma, estas son las claves para que te queden enteros, pero tiernos al mismo tiempo.
- El remojo. Es necesario para que se hinchen y se ablanden. El agua debe ser tibia y cubrirlos por completo (diez en cuenta que duplicarán su volumen). Conviene dejarlos 12 horas aunque si añades 1 cucharadita de bicarbonato, puedes reducir ese tiempo a 8 h. ¿Y si se te ha olvidado ponerlos en remojo? Cuécelos 1 hora y déjalos en esa misma agua otra hora.
- El agua de cocción. A diferencia del resto de las legumbres, los garbanzos se cuecen partiendo de agua hirviendo, y si hay que añadir más, también debe estar muy caliente. Si quieres darles más sabor… además de sal, añade al agua de cocción una cebolla, 2 ajos, laurel y pimienta en grano.
- El tiempo de cocción. Dependerá del tipo de garbanzo y de la olla. La forma tradicional es cocerlos 10 minutos a fuego fuerte, cambiar el agua y cocerlos a fuego lento de 2 a 2 horas y media, sazonándolos al final. Si vas a añadirlos a un guiso o sopa… Déjalos un pelín al dente para que con el hervor adicional del guiso no se acaben pasando.
- La conservación. Una vez cocidos, puedes guardarlos escurridos o con un poco del caldo de cocción en un envase con tapa, bien cerrado, en la nevera hasta 3 días. Pero también puedes congelarlos. Solo tienes que escurrirlos muy bien, y guardarlos en bolsas de congelación bien cerradas.
Truco: Si sufres de gases, pero no quieres renunciar a comer garbanzos un truco para reducir la flatulencia es eliminarles la piel una vez cocinados.