“La bondad constante puede lograr mucho. Así como el sol hace que el hielo se derrita, la bondad hace que se evaporen los malentendidos, la desconfianza y la hostilidad”.
Alberto Schweitzer
“Un solo acto de bondad arroja raíces en todas direcciones, y las raíces brotan y forman nuevos árboles”.
Amelia Earhart
Una forma muy sencilla de difundir más felicidad en tu propio pequeño mundo es a través de la bondad. A menudo es algo fácil y rápido que puede hacer a medida que avanza en su vida diaria.
Pero a veces lo olvidamos. O no recuerdas cómo puede ayudarnos a todos.
Tres cosas que me gusta tener en cuenta y que me ayudan a tratar de ser una persona más amable son estas:
- Recibo lo que doy. Sí, algunas personas serán ingratas, miserables y no corresponderán sin importar lo que hagas. Pero la mayoría de la gente te tratará con el tiempo como tú los tratas a ellos.
- Al ser más amable con los demás, es más probable que sea más amable conmigo mismo. Puede sonar un poco extraño, pero mi experiencia es que cuando soy más amable con los demás, mi autoestima aumenta.
- Crea un lugar más feliz para vivir. Ser más amable simplemente hace que mi propio pequeño mundo sea un lugar más agradable y feliz para vivir.
Entonces, ¿cómo puedes comenzar a difundir la bondad y la felicidad en tu vida diaria?
Aquí hay 15 formas simples de hacerlo.
Elija uno de ellos que resuene con usted y comience a usarlo hoy.
1. Exprese su gratitud.
Piensa en las cosas por las que puedes estar agradecido de alguien en tu vida.
Tal vez sea un buen oyente, que a menudo ayude rápidamente o que siempre agregue excelentes canciones a una lista de reproducción de Spotify. O simplemente que te sostuvo la puerta.
Luego exprese esa gratitud con un simple «¡gracias!» o en una frase sincera o dos.
2. Sustituir las sentencias.
A nadie le gusta ser juzgado. Y cuanto más juzgas a otras personas, más tiendes a juzgarte a ti mismo.
Entonces, a pesar del beneficio temporal de obtener placer de los juicios, no es un hábito bueno o inteligente a largo plazo.
Cuando sienta la necesidad de juzgar, pregúntese: ¿Qué cosa amable puedo pensar o hacer en esta situación?
3. Reemplace la crítica no constructiva.
Pruebe el estímulo en lugar de la crítica excesiva. Ayuda a las personas a aumentar su confianza en sí mismas y a hacer un mejor trabajo.
Y hará que las cosas sean más divertidas y alegres a largo plazo.
4. Ponte en el lugar de la otra persona.
Es muy fácil recurrir a la falta de amabilidad cuando ves las cosas solo desde tu perspectiva.
Dos preguntas que me ayudan a ver y comprender mejor otros puntos de vista son:
- ¿Cómo pensaría y sentiría si estuviera en su lugar?
- ¿Qué partes de esta persona puedo ver en mí mismo?
5. Recuerda cómo te hizo sentir la amabilidad de la gente.
Simplemente siéntese por unos minutos y trate de recordar una o varias veces en las que la amabilidad de otras personas realmente lo conmovió y lo ayudó.
Luego piensa en cómo puedes hacer esas mismas cosas por alguien en tu vida.
6. Exprese amabilidad por algo que a menudo puede dar por sentado.
Es fácil recordar y sentirse motivado para expresar amabilidad cuando alguien está pasando por un momento difícil o acaba de terminar un proyecto importante.
Pero también recuerde expresar amabilidad y aliento por cómo alguien continúa poniendo tanto amor en las cenas que come. O por llegar a tiempo todos los días y hacer bien su trabajo y cumplir con los plazos.
7. Esconde una nota sorprendente y amable.
Deje una pequeña nota con una frase cariñosa o alentadora en la lonchera, el sombrero, la tetera o el libro de su pareja o hijo que esté leyendo en este momento.
Ese minuto de tu tiempo pondrá una sonrisa en su rostro y alegría y motivación en su corazón.
8. Sólo estar allí.
Escucha -sin pensar en otra cosa- cuando alguien necesita desahogarse.
Simplemente esté allí con toda su atención.
O tenga una conversación y ayude a alguien a encontrar la salida del miedo y hacia una perspectiva más constructiva y fundamentada.
9. Recuerda también los pequeños actos de bondad.
Deje que alguien entre en su carril mientras conduce. Deje que alguien se le adelante en una fila si tiene mucha prisa.
Levanta la puerta a alguien o pregúntale si necesita ayuda cuando lo veas parado con un mapa y una mirada confundida.
10. Dale a alguien un regalo edificante.
Alguien en tu vida puede estar pasando por un momento difícil en este momento. Luego envíele un libro o una película inspiradores.
O simplemente envíe un correo electrónico con un enlace a algo inspirador o divertido que haya encontrado, como un blog, un podcast o un cómic.
11. Ayuda a alguien de manera práctica.
Échales una mano cuando se muden o hagan la cena o los arreglos antes de una fiesta.
Si necesitan información, ayúdelos buscándola en Google o preguntando a personas con conocimientos que conozca.
12. Ayude a las personas en su vida a ver cómo marcan una diferencia en sus vidas.
Cuando hable con alguien sobre su día o lo que ha estado sucediendo últimamente, asegúrese de señalar cómo él o ella también ha difundido amabilidad y felicidad.
Las personas a menudo no son conscientes de las cosas positivas que hacen o las minimizan en sus propias mentes.
Así que ayúdalos a verse a sí mismos bajo una luz más positiva y a mejorar su propia autoestima.
13. Recuerda las 3 razones de la amabilidad al comienzo de este artículo.
Te ayudará a ser más amable incluso cuando no siempre te apetezca.
Si gustas, escribe esas razones en un papel y pon esa nota donde la puedas ver todos los días.
14. Pague hacia adelante.
Cuando alguien hace algo amable por ti, no importa cuán grande o pequeño sea, entonces trata de devolverlo siendo amable con otra persona tan pronto como puedas.
15. Sé más amable contigo mismo.
Entonces, naturalmente, también tratarás a otras personas con más amabilidad. Es realmente un hábito de ganar-ganar.
Una forma sencilla de empezar a ser más amable contigo mismo es escribir cada noche 3 cosas que aprecias de ti mismo y de lo que has hecho ese día en un diario.