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Hablamos de amor propio todo el tiempo.
Cómo lo hacemos, por qué lo hacemos y su importancia en nuestras relaciones románticas. Pero rara vez hablamos del amor propio de nuestra pareja y de por qué su viaje personal también es importante.
Trabajar únicamente en nuestro propio viaje interior no es suficiente para mantener una relación sana y madura. La forma en que nos amamos a nosotros mismos casi siempre se refleja en nuestra relación, pero no es suficiente para sanar también a la otra persona.
Aunque estemos juntos, cada uno de nosotros debe embarcarse en su propio viaje de curación y ayudar al otro en el camino.
Sin embargo, ayudar no significa arreglar. Significa que llevamos la antorcha e iluminamos el camino a nuestra pareja. Significa arrojar luz sobre cosas que nuestra pareja quizás no distinga, sin perdernos en el proceso.
Cuando ambos socios se animan mutuamente a convertirse en la mejor versión de sí mismos, su relación crece. Luego se convierten en faros el uno para el otro: cuando uno cae, el otro los ayuda a levantarse.
En consecuencia, las parejas se convierten en algo más que pasión, sexo y romance. Se convierten en una parte esencial en la curación, el devenir y la transformación.
Así es como podemos ayudar a nuestro socio a hacer el trabajo interno:
- Anímelos a seguir haciendo las cosas que aman. Es fácil caer en una rutina o pasar demasiado tiempo juntos cuando estamos en una relación. Es valioso recordarnos unos a otros nuestros pasatiempos, talentos o intereses cuando nos olvidamos de practicarlos.
- Dales espacio. Si estás físicamente distante de ellos, trata de no acercarte durante unas horas. Si compartes el mismo espacio, muévete a la otra habitación o sal a caminar al jardín. El espacio es crucial porque les ayuda a hacerse amigos de sus propias mentes.
- Déjelos pasar el rato a solas con las personas con las que se sientan cómodos. Los amigos y la familia desempeñan un papel importante en el trabajo interior que realizamos: deja que tu pareja tenga su propio tiempo con ellos.
- Comparte tu propio viaje de amor propio con ellos. Nunca se sabe qué parte de tus propias experiencias podría inspirar a tu pareja.
- Haz que se sientan apreciados, escuchados y dignos. Esté abierto a los pensamientos y experiencias que su pareja pueda compartir con usted. Trate de ser útil en lugar de juzgar.
- En lugar de juzgarlos, haz esto. En caso de una discusión, trate de no juzgar; en lugar de eso, arroje luz sobre el trauma o el problema subyacente que podría haberlos empujado a comportarse o hablar como lo hicieron.
- Hazles cumplidos. ¿Qué te gusta o respetas de ellos? Comparte la forma en que los ves porque afecta significativamente cómo se ven a sí mismos.
- Permítales tomar sus propias decisiones. La mayor parte de nuestro viaje de amor propio es experimentar con nuestras propias decisiones y ponerlas en práctica. Permita que su pareja lo haga de vez en cuando sin ninguna interferencia de su parte.
- Ayúdalos a aceptarse a sí mismos. Aprender a amarnos incondicionalmente a nosotros mismos a veces puede resultar difícil. Por eso es importante perdonar cuando nuestra pareja comete un error. Esto les ayuda a sentirse menos culpables, a aceptarse más a sí mismos y a estar más inclinados a aprender del error y crecer.
- Ayúdalos a comunicarse. Cuando aprendemos a expresar nuestras necesidades, deseos y cómo nos sentimos, aprendemos más sobre nosotros mismos. Por eso es imperativo ayudar a nuestra pareja a volverse vulnerable y crear un espacio seguro para que se exprese.
- Preséntate por ellos. Estar; ser de apoyo; ser paciente; ser tú.
- Amarlos. En el centro de todo lo que digas o hagas, deja que brillen el amor y la bondad.
autor: Elyane Youssef
Imagen: Propia del autor/Instagram