En el mundo hiperconectado en el que vivimos y con su parloteo incesante, puede resultar difícil escuchar la voz de nuestro ser interior. Por eso, debemos aprender a reconocer las señales de que estamos ignorando nuestra intuición o, en otras palabras, de que estamos desconectados de nosotros mismos.
Hay tantas personas infelices a nuestro alrededor. Se despiertan un día y se dan cuenta de que eligieron la carrera equivocada, se casaron con la persona equivocada y desperdiciaron su vida en tonterías.
¿Cómo permitieron que esto sucediera? Ignoraron su intuición y vivieron sus vidas de acuerdo con las expectativas de otros.
Si no quieres ser una de esas personas, es mejor aprender a escuchar la voz de tu intuición y estar atento a las señales de que la estás ignorando.
11 señales de que estás ignorando tu intuición
1. Sigues encontrándote en las mismas situaciones.
Cuando nos desconectamos de nosotros mismos y de nuestra intuición, atraemos situaciones similares. No aprendemos la lección y, por lo tanto, la vida nos arroja el mismo tipo de personas y eventos para que finalmente veamos la verdad.
¿Siempre atraes a narcisistas y personas tóxicas? ¿Todas tus relaciones fracasan y terminan de la misma manera? ¿Te sientes poco valorado en el trabajo una y otra vez?
Si te quedas atrapado repetidamente en los mismos patrones negativos, es una señal poderosa de que estás ignorando tu intuición, porque su voz siempre está ahí, tratando de advertirte, pero tú no la estás escuchando.
2. Inmediatamente ignoras cualquier reacción instintiva negativa que recibes.
Cuando tienes una corazonada negativa sobre una persona o una situación, rápidamente la descartas como irracional y estúpida. A veces haces un verdadero esfuerzo para convencerte de que todo está bien.
Acabo de conocerlo. ¿Cómo podría saber que no es una buena persona? Necesito conocerlo primero.
Es una situación típica. ¿Qué podría salir mal? Estoy ansioso.
¿Te suena familiar? Este tipo de pensamientos suelen aparecer en tu mente cuando tienes una reacción visceral negativa que no se puede explicar con la lógica.
Esto sucede porque no confías en tu intuición. Cuando no tienes pruebas sólidas de que alguien es una mala persona o de que una situación es más peligrosa de lo que parece, simplemente ignoras tu instinto.
3. Eres indeciso
Como te hemos desconectado de tu intuición, te resulta difícil confiar en ti mismo. Nunca estás seguro de tus decisiones y prefieres pedir consejo a alguien antes de actuar. Además, pasas incontables horas sopesando las opciones y analizando todo en exceso.
Esta indecisión también hace que evites el más mínimo riesgo. La mayoría de las veces, no actúas en absoluto y prefieres dejar las cosas como están. Como resultado, a veces sientes que estás estancado en una rutina.
Todo esto se origina en la desconfianza hacia uno mismo, hacia la intuición y hacia la vida misma. Uno tiene tanto miedo de tomar la decisión equivocada y fracasar que termina por no tomar ninguna.
4. Huyes de las emociones negativas y finges ser feliz todo el tiempo.
Si te preguntara si eres feliz, ¿qué dirías? ¿Serías un rotundo «sí» o tendrías que pensártelo bien? ¿Quizás tu respuesta positiva te acompañaría con un sutil nudo en el pecho?
Cuando ignoras tu intuición todo el tiempo, terminas mintiéndote a ti mismo. Mintiéndote que estás contento con tu vida, que todo está bien y que estás disfrutando.
Cada vez que te sientes triste o insatisfecho, inmediatamente ignoras esos sentimientos y actúas como si no existieran. Después de todo, no tienes ninguna razón real para sentirte deprimido, ¿verdad? Así que huyes de toda pizca de negatividad que puedas estar experimentando.
5. En el fondo, sabes que algo no está bien en tu vida, pero sigues huyendo de ese sentimiento.
Y, sin embargo, hay una sensación vaga en tu interior que te persigue. Una sensación de que algo no está bien, de que estás caminando por el camino equivocado y viviendo la vida de otra persona. Esta es una de las señales más claras de que estás ignorando tu intuición y has perdido el contacto con tu ser interior.
Pero, como ocurre con todos los sentimientos negativos, lo dejas de lado. Intentas distraerte y olvidarte de él, fingiendo que todo está bien.
En realidad, es la voz de tu intuición que te pide atención, porque en el fondo ya sabes que la vida que estás viviendo no es la que querías.
6. Te sientes tenso y ansioso sin motivo alguno.
Cuando no vives en armonía contigo mismo, en algún momento aparecen síntomas incómodos: ansiedad inexplicable, tensión y una sensación general de intranquilidad.
Estás acostado en tu cama por la noche, cómodo y sin motivos para preocuparte, y, sin embargo, tu corazón late aceleradamente y no puedes conciliar el sueño.
A veces, tu intuición intenta llegar a ti a través de síntomas físicos. Y la ansiedad puede ser uno de ellos.
7. Sientes que no tienes el control de tu vida.
¿Recuerdas esa sensación vaga de la que hablamos anteriormente? A veces se vuelve un poco más específica y sientes que tu vida no te pertenece.
No estás a cargo, y hay alguien más que está moviendo los hilos. Simplemente te dejas llevar por la corriente, sin poder sobre lo que te sucede.
Quizás este sentimiento se origine en el hecho de que intentas complacer a todos o que descuidas tus propias necesidades y siempre te dejas llevar por lo que quieren los demás.
¿Te suena familiar esto? Sentir que no tienes control sobre tu propia vida es otra señal clave de que estás ignorando tu intuición.
8. Tienes miedo de quedarte solo con tus pensamientos.
No quieres enfrentarte a estas verdades incómodas, por lo que huyes de ti mismo. Para lograrlo, evitas toda oportunidad de pasar tiempo en tu propia compañía.
Sabes que en cuanto te quedas solo, pensamientos frustrantes comienzan a llenar tu mente. Y no quieres escuchar esos pensamientos. No quieres escuchar a tus intuiciónPor eso te distraes constantemente con ruido y charlas.
Siempre estás conectado a las redes sociales o rodeado de otras personas. Mantienes la televisión encendida la mayor parte del tiempo. Es como si fueras alérgico al silencio: en cuanto hay demasiado silencio, sientes la necesidad de llenar la habitación con algún tipo de ruido.
El miedo a quedarte solo con tus pensamientos es uno de los indicadores más reveladores de que estás desconectado de ti mismo y de tu intuición.
9. Siempre estás ocupado
Para distraerte de esos pensamientos incómodos, no solo evitas la soledad, sino que también te mantienes ocupado todo el tiempo. Te resulta difícil relajarte y disfrutar del momento.
Te quedas hasta tarde en el trabajo y te sobrecargas con tareas domésticas innecesarias. Tu vida social es tan intensa que casi nunca pasas una noche en casa.
Por eso, no es de extrañar que con este estilo de vida tan agitado no tengas oportunidades de sentarte y reflexionar. Al mantenerte ocupado, estás huyendo de tu intuición y de las verdades frustrantes que intenta decirte.
10. Siempre terminas haciendo lo que otros quieren.
Ya se trate de decisiones triviales o importantes, tiendes a hacer lo que quieren los demás. Tienes miedo de decepcionarlos o simplemente creer que saben más.
Quizás estás tan acostumbrado a este papel pasivo que ni siquiera intentas expresar tu opinión. O, peor aún, ni siquiera intentas averiguar qué es lo que te preocupa. tú Quieres. Inmediatamente estás de acuerdo con los demás y te convences de que es la mejor opción.
Vale, esta actitud no es tan importante en situaciones triviales. ¿Importa si tus amigos eligen la película o si tu mujer decide de qué color pintar la sala de estar? Pero el problema es cuando otras personas también toman decisiones más importantes por ti.
¿Elegiste tu carrera en función de las expectativas de tus padres? ¿Te casaste por miedo a quedarte soltera a los 30?
Si no sabes lo que quieres y siempre esperas que otras personas te digan qué hacer, es fácil terminar profundamente infeliz y atrapado en una vida destinada a otra persona.
11. Tu estado de ánimo es un desastre.
Junto con la ansiedad, los estados de ánimo inestables son signos físicos de que estás ignorando tu intuición. En un momento, te sientes deprimido y aburrido. Un minuto después, todo te pone de los nervios y te quejas en voz baja o descargas tu ira contra alguien.
También tienes una falta general de entusiasmo y energía. Todo parece inútil, como si no tuvieras motivos para despertarte por la mañana. Esto es lo que pasa cuando estás desconectado de ti mismo. Todos estos síntomas son el precio de ignorar tu intuición y descuidar tus verdaderos deseos.
¿Te reconoces en lo anterior? No te preocupes, afortunadamente existen formas de reconectarte con tu intuición. ¡Nunca es tarde para restablecer la conexión con tu ser interior y descubrir el camino hacia una vida plena!
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