La metáfora más popular para explicar el optimismo es el concepto de «vaso medio lleno».
Los optimistas tienen una actitud incorporada para tener esperanza todo el tiempo y considerar las posibilidades de que sucedan cosas buenas en la vida.
La palabra ‘optimismo’ proviene de la palabra latina ‘optimum’, que significa ‘lo mejor’. En psicología, el optimismo u optimismo disposicional es un conjunto de creencias y rasgos que ayudan a las personas a reflexionar sobre los aspectos positivos de la vida en lugar de los negativos. Es un patrón de personalidad que muestra resiliencia y fuerza personal.
El optimismo tiene que ver con cómo percibimos las cosas. Considere el siguiente ejemplo:
A y B son dos individuos de la misma edad y antecedentes. Ambos están pasando por separaciones estresantes de sus respectivas relaciones maritales a largo plazo. La confusión emocional ha destrozado por completo a estas dos personas por igual. Sin embargo, B decide concentrarse en su carrera e intenta seguir adelante en la vida. Por otro lado, A se atasca emocionalmente y no puede prever nada bueno que pueda pasarle después de esto.
Claramente, en este caso, B es más optimista que A, a pesar de que están pasando por circunstancias similares en la vida. El optimismo es esencialmente una mentalidad: la forma en que damos forma a nuestros pensamientos y elegimos atenderlos decide qué tan positivamente podemos abordar nuestros problemas.
Inculcar optimismo, por difícil que parezca, es un enfoque principal de la psicoterapia contemporánea centrada en la persona. Este artículo destaca algunas de las mejores herramientas y actividades de optimismo que podemos usar para infundir esperanza y cultivar una perspectiva positiva dentro de nosotros mismos, las personas con las que vivimos o nuestros clientes.
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Una mirada a la teoría del optimismo
La investigación sobre la dinámica del optimismo ha fascinado a los psicólogos y trabajadores de la salud mental durante mucho tiempo. Hay dos modelos o enfoques fundamentales que explican la personalidad optimista: el modelo disposicional y el modelo explicativo.
La teoría disposicional del optimismo
El modelo disposicional de optimismo fue la primera ola de investigación que exploró el impacto de la esperanza en un mejor estilo de vida y salud mental. Los psicólogos que siguieron este enfoque destacaron el optimismo como un aspecto crucial del éxito de los humanos en la evolución (Segerstrom, 2006).
Charles Carver y Michael Scheier introdujeron el término «optimismo disposicional». Argumentaron que es la presencia de rasgos positivos lo que aumenta las posibilidades de que nos suceda algo bueno. La teoría disposicional del optimismo sugiere que el optimismo conduce a consecuencias positivas en la vida, y el pesimismo conduce a resultados estresantes y una mayor insatisfacción (Scheier y Carver 1992, Scheier, Carver y Bridges 2001).
Los principios básicos de la teoría disposicional del optimismo son:
- El optimismo es un rasgo incorporado o una disposición de personalidad.
- El optimismo está directamente asociado con la reducción de la depresión, la ansiedad y el estrés.
- Las personas optimistas son saludables en general, tanto física como emocionalmente.
- El optimismo exige una mayor resiliencia y estrategias de afrontamiento.
- Una perspectiva positiva ayuda a las personas a aceptarse incondicionalmente. Los individuos optimistas son menos propensos a involucrarse en mecanismos de defensa de negación o evitación (Chang et al. 1997).
El modelo explicativo del optimismo
Martin Seligman derivó el modelo explicativo del optimismo de su famoso concepto de «indefensión aprendida». Este enfoque explicó el optimismo como la forma en que las personas perciben e interpretan los eventos más que sus rasgos personales incorporados.
De acuerdo con la teoría explicativa del optimismo, las personas que perciben el fracaso o los eventos estresantes de la vida como deficiencias personales son pesimistas. El optimismo, como explicó Seligman, es la capacidad cognitiva para comprender la situación actual tal como es y trabajar para cambiar las cosas a favor de nosotros mismos (Buchanan y Seligman, 1995).
5 ejemplos del uso del optimismo en la terapia
Existe amplia evidencia que demuestra el papel del optimismo en la promoción de la salud mental y el bienestar.
La confianza en la psicoterapia se practica de diferentes formas, incluida la comunicación empática, las actividades grupales, los juegos de roles, las pruebas objetivas y los juegos situacionales.
Cualquier condición psicológica que acompañe a pensamientos negativos y angustia insoportable puede ser el lugar adecuado para utilizar intervenciones optimistas. Algunos ejemplos donde se utiliza el optimismo como un conjunto psicoterapéutico son:
- Depresión mayor que existe de forma independiente o es un agravamiento del síndrome bipolar.
- Tristeza posparto, una condición que las nuevas madres experimentan a menudo. Si bien las causas de la depresión prenatal pueden ser desequilibrios fisiológicos u hormonales, el uso de medidas cognitivas para aumentar el optimismo ayuda a los clientes a recuperar su fuerza interior.
- Trastornos de estrés postraumático, especialmente casos de violencia sexual y abuso doméstico.
- Duelo y pérdida de seres cercanos.
- Enfermedades terminales como el cáncer y problemas relacionados como la pérdida de cabello después de la cirugía.
Estudios recientes sobre el efecto del optimismo en víctimas de desastres naturales descubrieron que los clientes que recibieron intervenciones positivas podían afrontar mejor su situación. También fueron capaces de fomentar la esperanza, entre otros (Van der Velden et al. 2007).
Preguntas comunes
Elegir las herramientas de optimismo adecuadas es vital para obtener las consecuencias deseadas. Aquí hay algunas preguntas comunes que la mayoría de los profesionales y buscadores de ayuda quieren saber antes de decidir qué intervención funcionaría mejor para ellos.
- ¿Cuál es la relación entre la esperanza y el optimismo?
- ¿Podemos aprender optimismo?
- ¿Puede un pesimista convertirse en optimista?
- ¿La gratitud está relacionada con el optimismo?
- ¿Cómo afecta el optimismo a nuestra salud física?
- ¿Es el optimismo más útil que el pensamiento positivo?
- ¿Cómo determinamos si somos optimistas o pesimistas?
Cómo fomentar el optimismo en los niños
La decepción y la desesperanza en la infancia son frecuentes.
Ayudar a los niños a superar los pensamientos negativos desde una edad temprana puede contribuir en gran medida a convertirlos en personas esperanzadas y autosuficientes en el futuro.
En su libro ‘Optimismo aprendido: cómo cambiar tu mente y tu vida‘, Martin Seligman mencionó tres beneficios de hacer que los niños sean optimistas:
- Pide una mejor salud.
- El optimismo implica un mejor rendimiento académico y extracurricular.
- Desarrolla resiliencia y fuerza para navegar en tiempos difíciles.
Para alentar a los niños a pensar mejor sobre sí mismos y sus vidas, aquí hay algunas estrategias que los padres, maestros y consejeros pueden usar.
Autodiálogo optimista
Modelar el diálogo interno positivo es una excelente manera de promover el optimismo en los niños. Por ejemplo, los padres pueden hablar sobre su día en el trabajo e invitar a los niños a compartir sobre su día en la escuela.
Intercambiar pensamientos simples sobre lo que les gustó de hoy, lo que los hizo sentir mal y discutir cómo planean aprovechar al máximo el día siguiente puede ser un comienzo simple pero poderoso para cultivar el pensamiento positivo en un niño.
Empatía
La empatía comienza con el reconocimiento de los sentimientos del niño. Los niños que se sienten escuchados y atendidos en casa suelen crecer y convertirse en individuos conscientes y empáticos.
Los padres y maestros pueden usar declaraciones simples como ‘Puedo entender cómo te sientes,’ o ‘ yo hubiera sentido lo mismo si fuera tu‘ para modelar el comportamiento empático.
Aprender a sentir empatía le enseña a un niño a comprender y aceptar, y lo ayuda a reflexionar sobre lo mismo durante los momentos estresantes más adelante.
Enfócate en el esfuerzo más que en los resultados
Seligman enfatizó el papel de la actitud correcta en la construcción del optimismo. Los pensadores positivos siempre se enfocan más en el proceso que en los resultados. Por ejemplo, animar a los niños a participar en actividades sin preocuparse por quién gana y quién pierde es un gran mensaje para nutrir esta fe.
Los padres que aprecian a los niños por sus esfuerzos tienen éxito en la crianza de niños que creen en sí mismos y nunca dejan de intentarlo.
Recordando tiempos más felices
El pensamiento negativo puede llevar a un niño a creer que los malos tiempos nunca terminan. Como cuidadores o consejeros, podemos motivarlos a recordar experiencias pasadas, que inicialmente los entristecieron, pero que luego pudieron superar.
Hacer preguntas como «¿Cómo te sentiste cuando obtuviste un resultado mejor de lo que esperabas?» puede ayudarlos a introspeccionar y encontrar esperanza desde adentro.
Cambiando de perspectiva
Un cambio de una perspectiva negativa a una positiva puede ser tanto la causa como la consecuencia del optimismo. Ayudar a los niños a entender que es prácticamente imposible tener siempre las cosas como queremos es un paso importante para que sean perspicaces.
Una vez que aprenden a manejar sus expectativas y analizan cualquier asunto con un razonamiento racional, automáticamente se sintonizan con su yo optimista.
¿Podemos probar y evaluar el optimismo?
Las evaluaciones del optimismo se han derivado de dos perspectivas principales:
- La perspectiva de expectativa que tiene pruebas que se enfocan en las expectativas que tenemos de nosotros mismos y de nuestro futuro.
- La perspectiva atribucional que tiene el optimismo prueba la medición de hábitos y acciones individuales que dan forma a su percepción.
Echemos un vistazo a algunas de las evaluaciones populares de optimismo que se usan ampliamente en la salud mental en la actualidad. Hablaremos sobre las dos perspectivas de las intervenciones optimistas para ayudarlo a elegir lo que es mejor para usted.
2 Pruebas de Optimismo y Cuestionarios
¿Qué tan optimista eres? Pruebe estas pruebas.
La prueba de optimismo aprendido
El Test de Optimismo Aprendido es una adaptación de las obras de Seligman.
Es un cuestionario de autoinforme con 48 preguntas de situaciones hipotéticas de la vida. Cada ítem tiene dos posibles respuestas, de las cuales el participante selecciona la que más le conviene.
Las instrucciones de la Prueba de optimismo aprendido mencionan que aquí no hay respuestas correctas o incorrectas y que los resultados son medidas relativas de qué tan optimista se siente una persona en general. A continuación se muestra una breve descripción de la prueba.
Preguntas Marque la respuesta que cree que lo describe mejor Respuesta 1 Respuesta 2 Usted y su pareja resuelven una pelea desagradable. Es porque lo perdonaste esta vez. Es porque generalmente perdonas. Tu pareja te sorprende con un bonito regalo. Puede ser porque le acaban de subir el sueldo. Es porque le diste algo el otro día. Recibes flores de un amante secreto. Es porque esa persona te encuentra atractivo. Es porque eres una persona popular. Te pierdes mientras conduces hacia tu amigo. Es porque te perdiste el turno. Es porque tu amigo no te dio las instrucciones correctas. Estuviste en la cima de tu salud este año. Es porque estaba rodeado de otras personas sanas. Es porque me cuidé bien.
Prueba de optimismo
La prueba de optimismo es una breve autoevaluación en línea que proporciona una puntuación precisa del OQ o cociente de optimismo de una persona. El cuestionario contiene diez preguntas en una escala de 4 puntos. La suma de las puntuaciones proporciona una estimación de cuán optimista o pesimista es la persona.
Los puntajes se interpretan en tres categorías, como se muestra a continuación.
- 0-40 -> Menos optimista.
- 40-80 -> Moderadamente Optimista.
- 80 y más -> Altamente optimista
Aquí hay un breve fragmento del formulario. También puede realizar la prueba completa.
1. Las tareas del hogar para usted son:
- Fuente de felicidad.
- La menor de las preocupaciones.
- Parte de la vida diaria.
- No los haces.
2. Por la mañana, tú…