10 señales de que la manía está terminando –

La manía es un estado psicológico y de comportamiento en el que una persona experimenta niveles de energía anormalmente elevados. Generalmente se habla de manía, o episodio maníaco, en el contexto del trastorno bipolar, pero también puede ocurrir en otras condiciones de salud mental y de forma independiente.

Una versión atenuada de la manía, la hipomanía, puede ocurrir con o sin trastorno bipolar.

El trastorno bipolar ocurre cuando una persona experimenta episodios alternos de energía elevada (manía) y energía baja (depresión).

Los niveles de energía anormalmente elevados en la manía provocan síntomas como:

  • Experimentar un estado de ánimo intenso y eufórico o irritabilidad que es inesperada y fuera de lo normal para la persona.
  • Ser hiperactivo y hacer varias cosas a la vez.
  • Tener pensamientos y habla acelerados
  • Disminución de la necesidad de dormir.
  • Comportamiento impulsivo e imprudente.
  • Sentimientos de grandiosidad e invencibilidad.

Señales de que un episodio maníaco está terminando

Un episodio maníaco puede durar meses1, pero finalmente desaparece. A continuación se detallan las señales de que un episodio maníaco está terminando o ya terminó:

1. Disminución de la energía

La señal más significativa de que un episodio maníaco está empezando a terminar es que los niveles de energía de la persona disminuyen. La manía hace que la persona sienta una sensación de urgencia que conduce a la hiperactividad.

Sentirse cansado después de un episodio de manía es común porque la manía hace que la persona gaste cantidades significativas de energía.

2. Patrones normalizados de pensamiento y habla.

Los pensamientos y el habla acelerados caracterizan la manía. La persona maníaca salta de un tema a otro y mantenerse al día le resulta difícil.

Cuando la manía disminuye, los pensamientos y el habla se vuelven más lentos y regulares. La persona se vuelve menos habladora.

3. Impulsividad reducida

La manía hace que una persona se entregue a conductas imprudentes y arriesgadas debido a una mayor impulsividad.

Cuando termina el episodio maníaco, la persona ejerce un mejor juicio y autocontrol.

4. Abrumar

Durante un episodio maníaco, una persona puede emprender sin pensar múltiples proyectos inviables. Cuando la manía disminuye, se dan cuenta de lo mucho que se han abrumado a sí mismos.

5. Patrones normalizados de sueño y dieta.

Durante la manía, gracias a los pensamientos acelerados y la hiperactividad, una persona no siente la necesidad de dormir mucho. Esta falta de sueño suele ir acompañada de un aumento del apetito, especialmente de alimentos placenteros.

Cuando termina la manía, se reanudan los patrones normales de sueño y dieta.

6. Disminución de la grandiosidad y la invencibilidad.

Durante la manía, una persona experimenta un aumento inusual de la autoestima. Se sienten invencibles y creen que pueden hacer cualquier cosa, parte de la razón por la que emprenden múltiples y grandiosos proyectos.

Cuando la manía desaparece, la persona no se siente tan grandiosa e invencible. Algunos maníacos pueden incluso considerar ridícula su grandiosidad cuando la manía disminuye.

7. Mejora de la concentración

Durante un episodio maníaco, una persona se distrae mucho y su atención está en todas partes. Cuando la manía termina, descubren que pueden concentrarse mejor.

8. Conciencia social restablecida

La irritabilidad y la impulsividad durante un episodio maníaco pueden hacer que una persona se comporte de manera perjudicial para los demás. Esta disminución de la conciencia social se revierte cuando la manía termina y la persona puede mostrar preocupación por los demás.2

9. Autoconciencia restablecida

La impulsividad y la pérdida de control durante un episodio maníaco pueden hacer que una persona sienta que no está siendo ella misma. La autoconciencia y la identidad propia se restablecen cuando finaliza un episodio maníaco. La persona tiene una idea más clara de quién es.

10. Sentido de realidad restablecido

En algunos casos de manía, una persona puede experimentar delirios y alucinaciones. Cuando la manía disminuye, comprenden mejor la realidad.

Referencias

  1. Tondo, L., H Vázquez, G. y J Baldessarini, R. (2017). Depresión y manía en el trastorno bipolar. Neurofarmacología actual, 15(3), 353-358.
  2. Carlson, GA y Goodwin, FK (1973). Las etapas de la manía: un análisis longitudinal del episodio maníaco. Archivos de psiquiatría general., 28(2), 221-228.