1. Elige con cuidado
Pedir ayuda es absolutamente encomiable. Pero no se conforme con el terapeuta cuya oficina está al final de la calle simplemente por conveniencia.
Para prepararse para el éxito con sus sesiones de terapia, querrá la orientación de un profesional adecuado para abordar sus inquietudes. Considere lo siguiente cuando trate de encontrar el terapeuta adecuado para usted.
Especialización: Algunos terapeutas reciben certificaciones específicas para un determinado evento demográfico o de vida. Las certificaciones que pueden ser útiles para comenzar su búsqueda incluyen:
Acercarse: Hay muchas maneras de abordar la terapia de conversación, algunas de las cuales incluyen:
Una vez que tenga una lista de candidatos basada en su investigación, programe una llamada telefónica. Antes de divulgar todo tipo de detalles sobre su vida, puede entrevistar a su terapeuta. Esta primera impresión puede inspirarlo a programar una cita.
“A menos que vea señales de alerta durante la primera sesión, dele tres sesiones más o menos antes de decidir si va a funcionar o no”, aconseja Jennifer Weaver-Breitenbecher, psicoterapeuta licenciada y propietaria de un consultorio privado en Rhode Island.
“Si no va a funcionar, toma nota de qué cualidades te funcionaron y cuáles no. Aplica este conocimiento cuando encuentres a tu próximo terapeuta”, sugiere.
2. Maneje el lado comercial de la terapia primero
Cuando esté sentado cara a cara con su terapeuta, no deje que cosas como tratar de recordar validar el estacionamiento o la tarifa de desembolso de la sesión lo distraigan del importante trabajo que está haciendo.
Antes de acudir a su primera cita, asegúrese de saber cómo usted o su seguro pagarán la terapia y durante cuánto tiempo. Ponga toda su atención en la ayuda que necesita durante su cita con su terapeuta.
3. Ver la terapia como una colaboración.
La terapia no es un deporte para espectadores. Una vez que esté en una sesión con su terapeuta, su camino hacia el bienestar es un esfuerzo de equipo. Su terapeuta puede ser la guía, pero usted tiene la responsabilidad de abrirse a los aspectos difíciles de su vida.
“A veces, las personas tienen miedo de dejar que el terapeuta guíe la sesión y, a veces, tienen miedo de involucrarse demasiado en las preguntas del terapeuta”, explica Laura Mueller, una trabajadora social clínica independiente con licencia. “La mejor terapia es un equilibrio entre guiar al cliente y que el cliente encuentre sus propias respuestas”, aconseja Mueller.
4. Programar las sesiones en un buen momento
La vulnerabilidad es agotadora. Y cuando realmente esté trabajando para mejorar su mente y su situación, estará cavando profundamente para exponer su mundo interior y revelar partes difíciles de su vida.
Elija un momento en el que tenga el espacio mental para estar presente con su terapeuta. Esto puede no ser al final de un día de trabajo agotador.
5. Di cualquier cosa en terapia
Puedes decir lo difícil. Si tiene dificultades para hablar sobre traumas, sentimientos negativos y hábitos que lo hacen sentir avergonzado, no está solo. Pero verbalizar sus luchas es fundamental para el beneficio terapéutico.
“Para ayudarme a ayudarte, es bueno que te desafíes a ti mismo para mencionar las cosas que no quieres mencionar”, dice Mueller. “No hay nada demasiado vergonzoso, vergonzoso o tabú para hablar en terapia”.
6. hablar de terapia en terapia
Cuando expone sus sentimientos más íntimos en la terapia, es normal experimentar miedo y estrés intensos. Está comprando un método para la curación y es posible que tenga algún «remordimiento del comprador». También puede usar la terapia para hablar sobre esos sentimientos. En lugar de alejar estos sentimientos negativos, reconócelos de frente con tu terapeuta para tener oportunidades de reflexionar.
Mueller también lo alienta a investigar su relación con su terapeuta. «Está bien y, por lo general, es muy útil hacer preguntas a su terapeuta, especialmente preguntas sobre cómo estamos haciendo el trabajo de la terapia juntos, la estrategia para las sesiones y la relación terapéutica».
7. Establecer puntos de referencia para el cambio
La psicoterapia no es una solución directa a sus problemas. Piense en ello como un proceso que construye hábitos constructivos y patrones de pensamiento. Cuando recurra a viejos procesos de pensamiento, no se castigue.
Los puntos de referencia establecidos por usted y su terapeuta le darán espacio para fallar, por lo que no necesitará comenzar de nuevo desde el principio después de cada tropiezo. Puedes avanzar imperfectamente.
8. Haz el trabajo fuera de tus sesiones
Su sesión de terapia no debería existir en el vacío. Implementar las herramientas que has aprendido en terapia en tu día a día es la mejor manera de ver tu crecimiento personal.
Si se pregunta qué hacer entre las sesiones de terapia, pregúntele a su terapeuta sobre las formas prácticas en que puede llevar su terapia fuera de los límites de su reunión de 50 minutos.
“Un paciente puede ayudarme mejor si viene preparado”, aconseja Weaver-Breitenbecher. “Tome notas durante la semana y venga a la sesión con los puntos de la agenda. La sesión es tu momento; deberíamos hablar sobre lo que tienes en mente”.
9. Establezca límites en torno a la terapia
La terapia es verdaderamente su espacio seguro. A veces, tendrás que proteger ese espacio de los demás. Los amigos y familiares bien intencionados pueden preguntarle de qué está hablando en la terapia. Sin embargo, no se sienta obligado a divulgar lo que sucede en sus sesiones de terapia.
Lo que hablas con tu terapeuta está destinado a ayudarte solo. Compartir esa información confidencial con otras personas fuera de la sala de terapia puede exponerlo a críticas y opiniones innecesarias que no conducen a su curación mental.
10. Saborea el proceso
La terapia puede ser desgarradora, esclarecedora y transformadora. El trabajador social clínico con licencia y especialista en trauma certificado, Donald McCasland, aconseja a las personas que recuerden «darse un respiro».
“Una de las cosas más importantes es entender que el proceso terapéutico no es algo de la noche a la mañana, aunque [patients] puede querer que sea. Como muchas otras cosas en la vida, se trata de aprender, crecer y hacer pequeños cambios que serán duraderos”.